EUROPA
PRESS
31 mayo
2018
¿Qué
ejercicio protege mejor la memoria de los mayores?
Aunque miles de ensayos clínicos
sugieren que ejercitar el cuerpo puede proteger o mejorar la salud del cerebro
a medida que envejecemos, pocos estudios brindan una orientación prescriptiva
práctica sobre cuánto y qué tipo de ejercicio. Ahora, una revisión sistemática
exhaustiva de 4.600 ensayos clínicos, brinda una nueva visión de la dosis
óptima de ejercicio, de qué tipo y cuánto, para mantener el rendimiento
cognitivo en adultos mayores sanos, así como en aquellos con deterioro
cognitivo leve y demencia.
El equipo descubrió que casi cualquier tipo de ejercicio,
desde ejercicios aeróbicos como caminar, correr y andar en bicicleta hasta
levantar pesas y ejercicios de mente y cuerpo como el yoga y el tai chi, puede contribuir a un mejor rendimiento cognitivo. Las
intervenciones que hicieron que las personas se ejercitaran durante al menos 52
horas durante un periodo de seis meses condujeron a la mayor mejora en las
habilidades de pensamiento.
Además, las mejoras más estables en las capacidades de
pensamiento se encontraron en la velocidad de procesamiento mental, tanto en
adultos mayores sanos como en personas con deterioro cognitivo leve, según este
trabajo, liderado por investigadores del Centro Berenson-Allen
para Estimulación Cerebral No Invasiva en el Centro Médico Beth
Israel Deaconess (BIDMC, por sus siglas en inglés),
que se publica en la edición digital de este miércoles de 'Neurology:
Clinical Practice'.
"Aunque hay pruebas sólidas que sugieren que mantener
un régimen de ejercicio regular puede mejorar la salud del cerebro, estábamos
más interesados en cómo podíamos aplicar prácticamente estos hallazgos
científicos a las vidas de nuestros pacientes, sus familiares e incluso a
nosotros mismos --afirma la autora Joyce Gomes-Osman, investigadora postdoctoral en 'Berenson-Allen Center', y profesora asistente en la Facultad de Medicina
Miller de la Universidad de Miami, Estados Unidos--. Para otras formas de
tratamientos, como los medicamentos recetados, a los pacientes se les prescribe
una cantidad específica. Nuestro estudio resalta la necesidad de hacerlo
específico también con el ejercicio".
"Es muy alentador que la evidencia respalde todo tipo
de intervenciones de ejercicios diferentes, no solo aeróbicos, para mejorar las
capacidades de pensamiento", resalta Álvaro Pascual-Leone, jefe de la
División de Neurología Cognitiva y director del Centro Berenson-Allen
para Estimulación Cerebral No Invasiva en el Centro Médico Beth
Israel Deaconess. "Las mejoras más estables en
las capacidades de pensamiento se encontraron en la velocidad de procesamiento,
tanto en adultos mayores sanos como en personas con deterioro cognitivo
leve", añade.
Ejercicio
constante y prolongado para mejorar el rendimiento cognitivo
Para llevar a cabo la revisión, Pascual-Leone, Gomes-Osman y
sus colegas buscaron en la literatura médica ensayos controlados aleatorios que
evaluaran el impacto de diversos regímenes de ejercicio en la cognición. El
esfuerzo inicial produjo 4.600 estudios relevantes y tras analizarlos en cuanto
a la calidad y el contenido, se incluyeron en la revisión 98 ensayos que
incluían más de 11.000 participantes.
Tomados en conjunto, los estudios investigaron una amplia
gama de ejercicios (caminar, correr, levantar pesas, yoga, etcétera) y la
duración de la investigación (desde tan solo cuatro semanas hasta un año).
Utilizando un riguroso proceso de revisión, los científicos hicieron un
promedio y describieron los parámetros utilizados en los estudios, revelando
las relaciones entre el tipo de ejercicio, la intensidad, la duración de la
sesión, la frecuencia y el total de horas y cinco categorías de habilidades
cognitivas.
Gomes-Osman señala que el tiempo semanal dedicado al ejercicio
en minutos, conocido por conferir beneficios cardiovasculares y otros
beneficios para la salud física, no se correlacionó con la mejora de las
capacidades cognitivas. Eso podría sugerir que las personas necesitan un
ejercicio más constante durante un periodo de tiempo más largo para lograr
beneficios en el rendimiento
"Todavía estamos aprendiendo sobre todas las formas en
que el ejercicio cambia nuestro cerebro, y también somos diferentes, por lo que
identificar una dosis de ejercicio ideal sigue siendo un desafío", afirma
Gomes-Osman. "Tenemos muchas más preguntas sobre la dosis de ejercicio, y
vamos a diseñar más estudios para el seguimiento", concluye.